Viñales
La siguiente parada de esta ruta fluvial es Viñales, una población ubicada a 650 metros de altitud en un fértil valle, situada a 3,4 km de la capital del municipio. Se accede a ella por la carretera de la Diputación 127/7, que conecta Bembibre con Noceda.
El nombre de Viñales proviene de “vinea,” que significa “lugar abundante en vides”, y su historia se remonta al año 984 cuando se menciona la donación de la villa El Ganso de Viñales al Monasterio de Santa Cruz de Montes.
La huella de su pasado romano persiste en El Castrín, un baluarte donde se encontraron en 1960 diversos objetos como un hacha, un puñal, cerámica, molinos, punzones y un capitel. Sin embargo, la evidencia más importante es un miliario de piedra caliza de forma cilíndrica, que se encuentra en el camino de Viñales a San Esteban del Toral, conocido por los más ancianos como el yunque de los moros.
En la calle Murcia destaca la casa solar de los Cubero, edificada a principios del siglo XVIII y perteneciente a Lázaro Cubero. Esta construcción, de sólida mampostería y enlucido de cal, con vanos rectangulares, una balconada de forja reformada y una puerta de arco rebajado, fue la sede del Ayuntamiento constitucional de Viñales entre 1812 y 1855.
La carretera de Noceda, que atraviesa toda la población, nos lleva a la iglesia de la Invención de la Cruz, construida sobre los restos de la antigua ermita de La Rebouta, destruida por un incendio en 1962. La iglesia tiene una planta de una sola nave con el presbiterio ligeramente elevado, y el acceso se realiza a través del frontis principal. A un lado se alza el campanario y, al otro, una dependencia aneja.
Después de cruzar el puente, se pueden ver los restos de la antigua parroquia de Viñales, que también fue destruida por un incendio en 1956. Aunque solo quedan parte de sus muros y un cubo circular que daba acceso a la espadaña, se salvaron algunos ornamentos litúrgicos de plata, entre ellos una cruz procesional de estilo gótico-renacentista, cincelada en el siglo XVI, y una custodia del siglo XVIII. Este templo, en el año 1676, albergaba cinco altares y las capillas de San Nicolás Tolentino y Santa Catalina Mártir.
Frente a estas ruinas se encuentra la casa solar de los Albares, construida en el siglo XVI por Gómez de Albares, el Viejo, y reformada en el siglo XVIII. Ha sido rehabilitada casi por completo en los últimos años. Esta edificación de mampostería y sillería en las esquinas cuenta con dos plantas y un bajo cubierta con buhardilla. La planta baja conserva una puerta de acceso de medio punto, mientras que la planta superior tiene un amplio corredor.
Viñales conserva un patrimonio rural notable, con viviendas de arquitectura tradicional, bodegas, cuadras, pajares, hornos de adobe, un lagar y cuatro palomares. Estos palomares, en su mayoría de planta rectangular y construidos con mampostería, están cubiertos con pizarra. En las reformas recientes se ha utilizado ladrillo y adobe, y uno de ellos se ha habilitado como vivienda.