Losada
Tras abandonar Rodanillo, nuestra próxima parada es Losada, que se sitúa a 740 metros de altitud y se encuentra a 6,9 km de Bembibre. Su nombre proviene de una voz prerromana que, etimológicamente, se puede traducir como “losa o pizarra”. Hay constancia de su ocupación al menos desde el año 1011, con un territorio lleno de vestigios que datan desde la Edad de Hierro y términos que evocan la conquista romana, como El Corón, El Castro o San Martino, por mencionar los más conocidos.
Antes de llegar al pueblo, se puede observar la nueva iglesia, consagrada a San Miguel Arcángel. Su planta, de una sola nave, tiene el presbiterio en la cabecera, la entrada en el frontis principal, y el campanario orientado hacia Poniente. En su interior se encuentran las tallas de Nuestra Señora del Rosario, de finales del siglo XVI; Jesús Crucificado, de mediados del siglo XVII; y Nuestra Señora de los Dolores y San Antonio de Padua, ambas del siglo XVIII.
La primitiva parroquia fue arrasada por una fuerte tormenta que se desató el 12 de agosto de 1964. Su ubicación, en un valle cerca del arroyo Lobo Forcado, hizo que el desbordamiento del cauce provocara una enorme tromba de agua que se precipitó con fuerza, abriendo las puertas e inundando todo el recinto sagrado.
El incremento descomunal de las aguas causó además el derrumbe de gran parte de su estructura, dejando la iglesia semienterrada por el barro y la vegetación arrastrada. En la actualidad, aún se mantienen en pie la espadaña, con sus remates y arquería, y parte de los muros, donde se pueden apreciar ventanales y hornacinas de bella factura, algunas de ellas decoradas de forma profusa.
Además de las casas de arquitectura tradicional y sus estructuras auxiliares, se conservan en Losada algunas bodegas, cuadras y pajares, así como varios hornos de adobe y un lagar.
En la carretera que conecta Losada con Arlanza se levanta la ermita de la Cruz, donde se rinde culto a un Cristo Crucificado del siglo XVI de gran realismo. Desde el punto de vista arquitectónico, la ermita consta de un oratorio de una sola nave con su presbiterio, al que se accede por el frontis a través de un portal. Esta construcción ha sido restaurada respetuosamente por la Junta Vecinal, lo que bien merece hacer un alto en el camino.
Para quienes desean disfrutar de la naturaleza y el deporte, el Área Recreativa de las Eras ofrece instalaciones como un polideportivo y una piscina, así como la oportunidad de aventurarse a explorar los amplios y extensos bosques de la región.
