San Román de Bembibre
Dejando Bembibre, a escasos 2 km, llegamos a San Román, que se sitúa a 630 metros de altitud. Hay evidencias de su poblamiento desde el siglo XII, transcribiéndose en la documentación histórica como San Román de Boeza.
Este núcleo se asienta en una frondosa vega, en la confluencia del río Boeza con el Noceda, junto a un puente que le dio su razón de ser. Según muchos historiadores, este lugar podría corresponder a la célebre “Interamnium Flavium”, una mansión romana que el itinerario de Antonino sitúa en la “Via Nova”, a su paso por El Bierzo, a una distancia de “Asturica” y “Bergidum” de entre 30 y 20 millas, respectivamente, lo que se corresponde con la ubicación geográfica de San Román.
El legado romano está presente en la villa altoimperial de “El Parral,” el ara dedicada a “Júpiter Óptimo Máximo”, y la necrópolis del siglo “III d.C.” en “El Poulón”, siendo éstas las evidencias más significativas.
En los años 20 y 30, el maestro Agustín Alonso Jambrina promovió el conocimiento de este patrimonio arqueológico, organizando expediciones a los yacimientos del entorno y exponiendo los hallazgos en muestras abiertas al público.
En la calle de la Iglesia se encuentra la casona de los Robles Álvarez, un ejemplo de la hidalguía rural de los siglos XVI y XVII. Esta construcción tiene dos plantas, una torre lateral y un amplio patio interior con dependencias agropecuarias aisladas por una cerca. El maestre Pedro de Robles renovó la torre y la fachada en el siglo XVIII. La puerta principal es dintelada y en su clave destaca la cruz de la orden de Santiago, junto con un escudo barroco del siglo XVIII perteneciente al linaje de sus antiguos propietarios.
Muy cerca de este edificio se encuentra la iglesia de San Román Mártir, incendiada en 1812 durante la invasión francesa y reconstruida en 1824 por José de Arca siguiendo su diseño original. Esta iglesia de una sola nave, con planta de cruz latina y espadaña central, fue reconstruida en estilo neoclásico y cuenta con un atrio adyacente.
El retablo mayor, dedicado a San Román Mártir, es de estilo churrigueresco y data de finales del siglo XVII. Destacan entre sus imágenes un obispo de estilo hispano-flamenco del siglo XVI y una Santa Lucía Mártir de mediados del siglo XVI; el resto de las esculturas datan de los siglos XVII y XVIII. La efigie de San Antonio de Padua fue donada en el siglo XIX por el juez Bernardo Cubero.
El retablo colateral de Nuestra Señora del Rosario, de mediados del siglo XVI, fue donado en 1816 por el Cabildo Diocesano de Astorga. Incluye la pintura de San Dictino y las estatuas de San Agustín, Santa Mónica y Nuestra Señora del Rosario, datadas en el siglo XVII y XVIII. La capilla colateral de Nuestra Señora del Carmen, de estilo clasicista, data del primer cuarto del siglo XIX, mientras que la imagen titular es del siglo XVIII. La pila bautismal y la cruz parroquial datan de comienzos del siglo XVII.
En la Travesía de San Román se encuentra la antigua escuela, con sus sólidos muros de mampostería. En la fachada principal se exhibe un escudo del siglo XVIII, traído del desmantelado Convento de Labaniego, que le confiere un aspecto noble junto a un amplio corredor en la parte trasera.
El patrimonio señorial de San Román convive con una variada muestra de arquitectura popular, que incluye casas, bodegas, cuadras, pajares, un lagar, un palomar y un molino.
En un lugar entre ríos no pueden faltar los puentes, siendo el más antiguo el que se alza sobre el río Noceda, conocido como “el camino francés y pasaje de romería del señor Santiago”. Este sólido puente de cantería, con tres arcos de medio punto, fue construido en 1515 y rehabilitado en 1763 tras los daños provocados por las crecidas del río.
A las afueras del pueblo se encuentra la ermita de la Vera Cruz, documentada desde el siglo XVI. Es una construcción de una sola nave, con acceso porticado en el frontal y un añadido lateral sobre el presbiterio. El retablo del Santo Cristo es de estilo neoclásico del siglo XIX, con un Crucificado del siglo XVI, flanqueado por las imágenes de Nuestra Señora de los Dolores y Jesús Nazareno, del siglo XVIII.
Desde San Román se pueden realizar rutas de senderismo por el Camino Real o Carretera general de postas, que conecta con Cobrana y continúa hacia Cacabelos, conservando parte de su infraestructura del siglo XVIII. Otra opción es seguir el Camino de la Devesa, que atraviesa la reserva natural de los alcornoques de El Campo del Palombo y La Devesa de los Traviesos, un paraíso ecológico y paisajístico en este singular valle.